Cuando por primera vez vio su espalda,
desnuda por el cálido amanecer.
supo por el agudo olfato de sus ojos
y lo penetrante de aquella figura
recostada al borde de aquel raído colchón,
que no seria capaz de abrir la puerta,para
quedarse a un lado, solo, dejando escapar todo aquello por lo cual
el sueño se hacia vida y la vida una constante espera.
Tomó su mano con devoción de infante
y la colocó suavemente junto a su mejilla
mientras dejaba los sentires libres por
lo que quedaba de su cuerpo.
Ella lo arropo con una cálida sonrisa y le dio coda
a su amanecer, ahogando esperanzas con un beso de desayuno.
Lo dejo abandonado de píe al otro lado de la puerta.
1 comentario:
Te extraño, cariñito mio.
(K)!
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